Introducción a la fotografía de alimentos por Jesus Vergara Guayana


Jesus Vergara Guayana

¿A quién no se le ha hecho agua la boca únicamente con observar algún platillo en una revista, en un menú o en un espectacular? Y es que una buena fotografía puede hacer la diferencia entre elegir un alimento u otro. – Jesus Vergara Guayana
No obstante, la fotografía de alimentos es una de las variantes más complicadas de esta disciplina. Erróneamente se piensa que el montaje de un platillo es el mismo que para un comensal y no es así.
La diferencia en realidad es muy sencilla: cuando un alimento se lleva a la mesa se busca que tenga un diseño apetitoso para el cliente, una temperatura adecuada y un gramaje apto para lo que se ofrece . Por otro lado, en una fotografía, deben cuidarse muchos más detalles: los colores deben ser completamente llamativos para poder captar la atención de las personas en primera instancia; la composición del plato tiene que presentar proporciones equilibradas pero volumétricas al mismo tiempo; los ingredientes deben tener una armonía estética impecable y por supuesto,  el plato tiene que presentar una limpieza magistral.

 

Los elementos clave

Es fundamental que los colores del platillo resalten, es decir, hay que jugar con los contrastes que se presentan entre los alimentos, el plato y el fondo. Muchas veces resultará más benéfico emplear texturas variadas para poder centrar el foco en el alimento. Se debe cuidar con extrema acentuación la limpieza del plato, pues cualquier salpicadura de salsas o restos de grasa pueden arruinar por completo la imagen.
Las proporciones de los elementos del plato deben mantener un equilibro, de tal manera que la guarnición no se vea mucho más espaciosa que el alimento principal, pero que al mismo tiempo no se vea como algo con menor volumen que el resto de los ingredientes.
La iluminación es un factor determinante para que una fotografía pueda verse realmente impactante. Es aconsejable utilizar luz natural cuando se va a trabajar con alimentos, ya que no modifica los colores, da un énfasis a los contrastes y además muestra los platillos de una forma más real. Se recomienda utilizar una cortina traslúcida o papel albanene sobre una ventana para que la luz solar entre de forma tenue. Para crear reflejos o puntos de luz sobre espacios oscuros, puede usarse papel aluminio o cartulina blanca para crearlos. Jesus Vergara Guayana
El encuadre y la profundidad deben ir de acuerdo a lo que necesite resaltarse, es decir, puede tomarse una fotografía con un fondo en donde haya más elementos culinarios (una cocina, un restaurante, etc.) y debe hacerse un encuadre únicamente a la pieza que se desee hacer sobresalir.
Las mejoras digitales, cual su nombre lo indica, son correcciones que se hacen para eliminar pequeñas imperfecciones dentro de un cuadro. Esto quiere decir que los programas de edición (como Photoshop o Gimp) crearán una obra de arte a partir de una forma cualquiera de una captura; en ocasiones incluso se llega a una imagen falsa de lo que realmente se quiere mostrar, lo cual devasta la calidad de la fotografía.
No obstante, el uso de estas herramientas no son necesarias ya que una buena representación puede optimizarse con pocos o nulos arreglos.

Dilema: ¿con truco o sin él? Jesus Vergara Guayana

Esta opción se enfoca a criterio del fotógrafo, pues hay quieren prefieren hacer sesiones con alimentos puramente naturales para que el comensal se dé una idea más clara de qué será lo que va a llegar a su mesa, pero por otro lado, hay quienes prefieren utilizar esta serie de coartadas para conseguir una lámina más estética.
Por ejemplo, en el caso de la siguiente fotografía, por tratarse de un helado, no es posible utilizar el alimento como tal debido a que generalmente se hacen de 5 a 10 tomas para poder seleccionar la mejor fotografía (la luz artificial y la temperatura del medio ambiente lo derriten en menos de 15 segundos). La solución para crear la fotografía perfecta es preparar una mezcla de fécula de maíz o azúcar glass, glicerina, huevo y colorantes (del tono que se desee). La pasta que se obtendrá debe tener un aspecto similar a la plastilina. Para conseguir una bola de este producto, únicamente se utiliza una cuchara para helado. 
En fotografías en donde debe mostrarse leche, suele cambiarse por pegamento blanco líquido, ya que tiene una consistencia mucho más espesa y no remoja los alimentos (galletas, cereales, etc.). Jesus Vergara Guayana
Para conseguir bebidas heladas, se maquillan los vasos o botellas con gotas de glicerina o aceite para bebé.
Sin ser un fotógrafo profesional,  se puede hacer una buena toma, simplemente bastan conocimientos previos y concisos, así como tener en cuenta pequeños aspectos que generalmente dejamos de lado pero que hacen de una fotografía normal una verdadera obra de arte.
En el Distrito Federal no existe alguna institución en donde impartan clases especializadas en fotografía y estilismo de alimentos, sin embargo, hay academias, cursos o diplomados que ayudan a mejorar las técnicas de fotografía culinaria.

Redactado por Jesus Vergara Guayana

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