Cómo capturar rayos y relámpagos para conseguir fotografías espectaculares por JV Guayana
Tal y
como te contamos hace nada, una de las muchas razones por las que
el otoño es
una excelente época para la fotografía es su clima cambiante, propicio a fenómenos meteorológicos como las
tormentas. Y claro, éstas pueden derivar en rayos y relámpagos cuya captura puede supone todo un reto para
los fotógrafos. –
JV Guayana
La dificultad, como seguramente
estaréis pensando, proviene del hecho de que sean impredecibles, motivo por el cual representan un desafío único para
la mayoría de fotógrafos. Y ciertamente no es algo que sea sencillo, pero si
tienes la suerte de asistir a una tormenta con aparato eléctrico sí que hay una
serie de trucos y consejos a seguir para lograr fotografiarlos.
La
técnica, como
podéis imaginar, es muy similar a la de la fotografía
nocturna, a la de los fuegos
artificiales o, directamente, a la de las fotos
de larga exposición, ya que en todos los casos el fundamento básico
es utilizar una velocidad de
obturación baja. Eso sí, en este caso esto es algo aún más crucial dada
la imprevisibilidad del fenómeno. Pero vamos ya con esos consejos para capturar
rayos y relámpagos.
Cuestiones
previas
Como te digo, estos fenómenos son
tan imprevisibles que si tienes la oportunidad de encontrarte con ellos debes
tener claro qué necesitas y que
tienes que hacer para poder actuar rápido. Eso sí, antes deberías
considerar que se pueden dar dos escenarios: el primero que se haya anunciado
una tormenta con aparato eléctrico y te plantees captarla; el segundo que se
desarrolle una tormenta ante ti, por ejemplo en tu casa, y quieras
aprovecharlo.
Por
supuesto, la seguridad es importante así que procura estar a cubierto o lejos
de escenarios de riesgo si estás en campo abierto - JV Puerto Ordaz
En el segundo caso lo fundamental
será actuar deprisa mientras que en el primero tendrás la opción de planificar
un poco la toma, consultar referencias como la Agencia
Estatal de Meteorología para informarte, elegir un lugar
adecuado y tener preparado el material necesario. Por cierto, en ambos casos
piensa que la seguridad es muy
importante. Por eso procura mantenerte a cubierto y, si pretendes ir de
“cazatormentas”, usa el coche, ni se te ocurra ponerte a hacer fotos en un gran
espacio abierto o cerca de un árbol o un poste elevado que pueda atraer un
rayo, y sigue los consejos
que te dimos en este artículo. – JV Venezuela
En ambos casos también, el equipo
básico necesario será una cámara
que te permita control manual y un trípode (de lo que hablamos a
continuación), y también es recomendable contar con todas las baterías de repuesto que puedas
bien cargadas (las largas exposiciones consumen mucha batería) y con tarjetas de memoria de recambio.
Usa un
trípode
Si hablamos de hacer una larga
exposición ya debes saber que estamos hablando de una circunstancia que hace muy probable que la foto salga trepidada.
Por ello, además de la cámara el elemento primordial en este caso es un trípode, que como sabes es
la mejor manera de asegurarnos que la cámara no se mueve cuando se utilizan
velocidades bajas de obturación.
Claro que el trípode no sólo es
necesario sino que hay
que usarlo correctamente. Y además también es cierto que hay
otras formas
y ciertos trucos para cuando no tienes uno a mano, pero desde luego
en este caso sólo sirve el de apoyar la cámara en alguna superficie estable en
la que estemos seguros que la
cámara no se va a mover.
Además, como casi siempre que
recomendamos el uso de un trípode (pero quizá más en esta ocasión), también es
recomendable contar con un disparador con
el fin de evitar que haya vibraciones en la cámara producidas por nuestra mano
al disparar la foto. Como siempre, en este caso te recordamos que hay varias opciones: un disparador de
cable o inalámbrico, una aplicación propietaria de tu cámara que te ofrezca
esta opción (algo cada vez más común) o, como recurso más a mano, usar el
disparo retardado.
Haz una
exposición muy larga
Ya lo hemos comentado pero hay
que explicarlo porque sin duda este aspecto es la clave para captar un rayo. Como bien sabéis, este fenómeno
es algo que dura muy poco, por lo que en principio no sería necesaria una
exposición excesivamente prolongada… si supiéramos de antemano cuándo y dónde
se van a producir.
El método
tradicional es hacer una larga exposición de unos 30 segundos, pero como todo
es cuestión de hacer pruebas según la situación
Como esto es evidentemente
imposible, de lo que se trata es de mantener la cámara con el obturador abierto
el máximo tiempo posible para aumentar
las probabilidades de que un rayo caiga mientras estamos haciendo la foto.
Hoy día también hay otras “opciones complementarias”, como grabar un vídeo en
resolución 4K del que luego podamos extraer la foto con el rayo en su máxima
expresión, o realizar un timelapse.
Pero el método tradicional y el
más válido es hacer una larga exposición, como norma general de unos 30 segundos (que es la máxima que
suelen ofrecer las cámaras), aunque todo depende de la luz que haya en el ambiente.
Si estamos hablando de una imagen nocturna y con muy poca luz, podemos
arriesgarnos a usar el modo Bulb de
la cámara (ya sabes, ese modo en el que la cámara abre el obturador y no lo
cierra hasta que se lo indiquemos); si por el contrario hay bastante luz, como
en las fotos de larga
exposición diurna, podemos empezar con la mitad de tiempo (15
segundos) e ir probando sobre la marcha.
Como siempre, lo mejor es hacer pruebas según el momento y
también ser consciente de que podemos “forzar” un poco la situación. Primero
cerrando el diafragma (como comentamos más adelante) y después utilizando filtros
de densidad neutra. Como se trata de hacer que la exposición se
alargue, en este caso no necesitamos contar con uno de tipo
degradado; por eso, incluso y el polarizador puede
ser una alternativa si no tenemos otra cosa. - JV Puerto Ordaz
Apertura,
ISO, etc
Para este tipo de fotos lo
recomendable es utilizar una
apertura pequeña(osea un número ƒ grande) por varias razones. La primera
es la que ya hemos adelantado, ayudar a que sea necesaria una exposición larga;
la segunda sería asegurarnos de que en la fotografía haya una amplia profundidad
de campo; la tercera permitir un buen rendimiento del objetivo,
auque éste se alcanza idóneamente con diafragmas medios como ƒ5,6 y ƒ8.
En cuanto a otros ajustes
recomendados, hay que ajustar el ISO
al mínimocon una doble finalidad: obligar a una larga exposición y
asegurarnos la mejor calidad de imagen. Por supuesto también deberías disparar en formato RAW, para
asegurarte de tener la máxima información de la toma y también para poder
realizar correcciones posteriores como la de la temperatura de color. Piensa por ejemplo que si estás en una
ciudad es fácil que la imagen resultante esté contaminada por la poco atractiva
luz de las farolas, algo que podrás corregir a posteriori.
Por último, te recomendamos utilizar el enfoque manual, ya que
esta es una de esas situaciones en las que el autofocus probablemente no funcione bien y sea mejor pasar
al modo manual. De esta manera, sólo necesitarás enfocar una vez al
cielo y ya tendrás el foco ajustado para el resto de las tomas (si no lo tocas
accidentalmente) que puedas realizar.
Mira al
cielo
Pasando ya al tema de la
composición, no debería hacer falta decir que el cielo debería ocupar la mayor parte de la foto porque,
evidentemente, allí es donde se podría ver un rayo o relámpago. Puede que antes
de que eso ocurra la composición de la imagen no sea muy interesante, pero si
tienes la suerte de que empiecen a caer rayos en el cuadro seguro que mejora
notablemente.
Llegados a este punto no hará
falta que te digamos que lo recomendable es usar un objetivo gran angular,
porque está claro que cuanto más
parte del cielo cubras más posibilidades tendrás de capturar un
rayo. Por cierto que para ello lo mejor es que te guíes por lo que veas y
orientes la cámara hacia el lugar donde se estén produciendo los rayos y/o
relámpagos.
Evidentemente su caída es
aleatoria, pero siempre es más probable que aparezcan de nuevo cerca de la zona
donde ya lo han hecho, sobre todo si la tormenta está aún lejos, y la intuición
en estos casos no sirve de nada.
Pero
incluye algo más
Claro que un dramático cielo con
un rayo puede ser una imagen espectacular, pero normalmente se necesita algo más. Porque fotografías de rayos
habrás visto muchas pero las que realmente llaman la atención son aquellas en
las que la composición incluye algo más que aporta interés en la imagen.
Por eso, aunque no debes perder
de vista el cielo busca un encuadre en el que haya más elementos, por ejemplo la silueta de los
edificios de tu ciudad en la parte baja de la imagen o, idealmente, algún
elemento que centre la atención de la fotografía sin que llegue a desviarla del
rayo. Si encima podemos captar un rayo en un entorno de gran belleza, el
resultado puede ser espectacular. Eso sí, por supuesto nunca debemos olvidar
los principios
de composición. - JV Puerto Ordaz
Considera
la opción del apilamiento
Del mismo modo que en la
fotografía de fuegos artificiales se trata de capturar más de uno de éstos
(gracias a la larga exposición) para que, por acumulación, el resultado sea más
atractivo visualmente, con los rayos ocurre lo mismo. Evidentemente lo ideal
sería lograr captar más de uno en
la misma exposición pero en este caso eso es algo mucho más
complicado por imprevisible.
Sin embargo, si logramos más de
una imagen en la que aparezcan rayos y relámpagos sí que podemos recurrir a
un método de apilado de imágenespara
combinar múltiples fenómenos en una sola imagen (tal y como hicimos
en este artículo), lo que a menudo puede hacer que consigamos una
buena foto de distintas tomas que por sí solas quizá tenían poco interés.
Y, sobre
todo, paciencia
Finalmente, el mejor consejo que podemos dar es tener
mucha paciencia, sin duda la clave del éxito en tomas de este calibre.
Porque conseguir una buena foto de un rayo cayendo sobre el horizonte no es
sólo cuestión de conocer bien nuestro equipo (que por cierto es otro consejo
interesante), saber cómo configurar la cámara y la manera en que debemos
actuar, también es muy importante tener paciencia y perseverar.
La paciencia, en este caso, es la
principal llave al éxito. Ten en cuenta que las ocasiones en las que puedas
fotografiar un rayo no serán
muchas, y que cuando se presenta tampoco será fácil lograr buenos resultados a la primera, ya
que requiere de cierta práctica. Eso sí, cuando menos te lo esperes puedes
encontrarte con una situación como la que me sucedió a mí y que dio lugar a la
foto que veis arriba (un rayo cayendo por detrás del Empire State Building en Nueva
York), y hay que estar preparado.
Redactado
por JV Venezuela
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